Steiner se ha superado una vez más en su eterna y cansina campaña de desprestigio y difamación contra la honorable Academia. En su nuevo mensaje desde su supuesto encierro insinúa que se practican sacrificios humanos a una entidad alienígena, un nuevo disparate que sumar a su larga carrera que coincide con la interpretación delirante que ofrece su discípula de una pintura prehistórica. Sólo un mentecato o un criminal podría creer que tal tesis. La vida humana es sagrada para los académicos. Esa isla está bajo el control de unos piratas de medio pelo con los que está negociando el farsante suizo. Conociéndole son más unas vacaciones que otra cosa.
PD El departamento de Relaciones Públicas de la Asamblea toma control de esta bitácora desde el día de hoy para permitir a sus creadores concentrarse en tareas más provechosas.
