Sir Edward Holst y el Bibliotecario, una amistad inquebrantable.
Desde esta bitácora os deseamos un feliz fin de año y un próspero 2010, que la Razón nos guíe hacia un mañana mejor. Siguiendo los verdaderos deseos de mi hermano y no una interpretación fanática y superficial de sus ideas como la peligrosa secta dirigida por la siniestra Ellen Blackmoon aportaremos nuestro grano de arena a los ambiciosos planes de la Asamblea para el desarrollo de la humanidad. No cederemos a las amenazas y chantajes de nadie, este blog es un faro para la Razón y no un instrumento propagandístico, mantener viva la memoria de una persona no es lo mismo que divinizarla, convertirla en un ídolo al que adorar ciegamente. Edward tenía luces y sombras como cualquier ser humano, sus limitaciones y errores le dan más valor si cabe a sus aciertos y virtudes. ¡Por un Mundo Nuevo y Mejor!, brindemos.
Firmado, Gustav Holst
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