El daño que hicieron a nuestros padres en su cobarde ataque está siendo devuelto en el único lenguaje que les permiten comprender sus limitados cerebros, plagas que esquilman a los pretenciosos pájaros que creen que el cielo es suyo, a los menos estúpidos peces que se creen señores del agua y cualquier criatura que nos parezca superflua o poco provechosa. Sufren ahora las alimañas con las que compartís está esfera de roca y agua y pronto les seguiréis vosotros, repugnantes humanos. Pagaréis por la blasfemia de poner en peligro la vida de vuestros superiores.
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