lunes, 20 de julio de 2009

Un gesto conciliador

Consciente del duro golpe que supuso para mis aliados de la Resistencia mi regreso a las filas académicas he estado preparando estos últimos meses un gesto más allá del mero simbolismo que sirva para recuperar la confianza mutua. He recibido no pocos mensajes preguntando el motivo por el que ya no pertenezco al bando del investigador Pattrick Von Steiner una vez libre del control de la Academia y algunos insinúan que el lavado de mente me ha convertido en una marioneta. Niego lo segundo de forma tajante, acepté la oferta de Sir Edward Holst plenamente consciente de mis actos y una vez más vuelvo a escoger mi camino, he decidido ser un agente libre, sin ataduras. Eso no quiere decir que no conserve un profundo agradecimiento a mis antiguos compañeros de armas junto a los cuales viví grandes aventuras. Mi gesto será el siguiente. Muy pronto llegará una persona a su puerta con una carta con mi sello, un joven estudioso de la historia secreta de la humanidad, al que he instruido personalmente. Espero que lo acojan con los brazos abiertos pues será una incorporación muy valiosa. Su nombre es...

el Escribano.

Firmado, El Bibliotecario

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